sábado, 14 de noviembre de 2009

BASURA POR DOQUIER: GRAN HERMANO

Inicio la andadura de este nuevo blog con el siguiente post, propiedad de Marina, profesora en Béjar
Me ha encantado lo que narra y cómo lo narra. Os recomiendo visitar su blog:

http://marinahm.blogspot.com/


"Tengo que confesar, como si de un gran pecado se tratara, que no veo “Gran Hermano” ni otros programas similares. ¿Las razones? Entre otras, que me lo ha prohibido el médico. Me lo prohíbe mi religión, me lo aconseja mi estómago y, sobre todo, me lo prohíbe mi cabeza. Ella es muy mirada para algunas cosas. Se ha dado cuenta que el día sólo tiene 24 horas y algunas de ellas debe pasarlas desconectada, lo que se suele llamar durmiendo. El resto debe repartirlas entre trabajo, familia y aficiones…

Veo la tele a ratos, como tanta gente. No puedo presumir de ver los documentales de la 2, ni los preciosos programas divulgativos, esos no me los prohíben pero no me llaman demasiado. Con esto quiero decir que estoy dentro de la absoluta normalidad en lo que se refiere a gustos televisivos.

No veo Gran Hermano, nunca lo he visto. Pero las casualidades persiguen a los díscolos telespectadores y el otro día cenábamos con jóvenes (ellos y ellas) en mi casa. Cuando yo me senté a la mesa miré la tele y ¡Sorpresa! Un grupo de personajes disfrazados de vampiros decían unas horrorosas palabras, palabrotas y palabrotorras a voz en grito en mi televisión, aderezadas con actitudes grotescas y gestos obscenos… muy obscenos.

No daba crédito. Miré el reloj y eran las 22’10 h. Mis alumnos estarían todos despiertos, algunos, incluso, cenando en familia y alguno más, haciendo zapping, quiero suponer, seguramente estaría viendo las mismas imágenes que yo. No daba crédito.

Ninguno de los comensales parecía inmutarse, es más, les hacía gracia. Ganas me dan de reproducir aquí las bestialidades que se decían en el programa en cuestión, en la impunidad más absoluta. Después las explicaban y se explicaban con mayor o menor, sobre todo menor, fortuna.

Mercedes Milá, ¿periodista? ¿de prestigio? Se lo pasaba en grande eligiendo las imágenes más escabrosas e insultantes, parece ser, según me explicaron, que eso vende.

¡Qué pena de profesión!

¿Qué hago yo intentando educar a los niños y jóvenes en valores absurdos? La TV está en guerra con maestros y profesores. Nos arruinan las formas, los modelos, el trabajo, el esfuerzo. Es un colador que no cuela, por el que todo pasa y todo vale.

La curiosidad me puede casi siempre y he dedicado algunas tardes y noches a ver los programas que nos ofrecen las distintas cadenas en horario, digamos juvenil: ¡Vomitivo! Enredos de cama, de pasillos, de ducha, de puertas para adentro y puertas para afuera. Conversaciones de baño de discotecas reproducidas fielmente por los protagonistas de turno… ¡Para qué seguir, si todo el mundo sabe de lo que hablo!.

No lo descubro ahora, claro que no, pero los 5 minutos de GH del otro día han sido como la mecha que ha encendido mi indignación.

- No te pongas así, lo ve todo el mundo.

- Lo sé.
Y sin embargo no es eso lo que más me preocupa. Me revuelvo ante la impunidad de las cadenas televisivas que pueden poner lo que quieran a la hora que les convenga… los daños colaterales nunca han importado y nunca importarán"

7 comentarios:

  1. ...
    ya que la TV es un producto altamente tòxico, se deberìa ver solamente con receta mèdica.

    Me producen repugnancia estos programas. Menos mal que tengo muchos libros al lado de la TV: conmigo, por suerte, perdiò ella la batalla.

    Felicidades por el post.

    Saludos

    21:30


    Antonio Aguilera dijo...

    Hace tiempo que me rondaba por la cabeza la creaciòn de un blog nuevo, para que me sirviera un poco de archivo a la hora de publicar en nuestra revista Espolòn. Y para ir aumentando mi formaciòn en Amor y Pedagogìa: tengo un chico con 11 años y mucho miedo.

    Me he tomado la libertad, no sè si libertinaje, de incluir èste tu post sobre la basura de GH, como inauguraciòn del nuevo blog.

    Espero que no te moleste. Cito la fuente.

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  2. Estimado Antonio, no sólo NO me molesta, si no que me siento muy halagada con el hecho de que comiences tu nuevo blog con mi pequeño artículo de opinión. También lo han publicado dos periódicos de mi localidad, uno digital y otro en papel. Todo esto me hace pensar que no todo está perdido.

    De nuevo muchas gracias por publicar mis pensamientos en tu blog, es un auténtico placer.

    Un abrazo

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  3. Hola vengo a darte las gracias por visitar mi blog y de mi pareja EL TACTO DEL AMOR, quisiera saber si escribes poesia o cual de tus blogs quieres que te sigamos y así lo haremos, todos ya me gustaría pero el tiempo es escaso.

    Cordial saludo.

    Rocío

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  4. Vaya vaya Antonio Aguilera... nuevo blog, y ya ves, con triunfo total. Me encanta este nuevo blog tuyo, su continente y su contenido, y, ¿que voy a decirte del post de Marina que has transcrito?, que, como es lógico, tiene mas razón que un santo -que decimos por aquí nosotros, no sé si los salmantinos utilizan esta expresión, aunque se entiende-. Yo también confieso que no veo Gran Hermano, porque efectivamente me lo prohiben mi cabeza y mi estómago, y, ando las más de las veces a la gresca con mi hija mayor (tiene 15 años) porque quiere ver tal y cual cosa y yo me niego... y como la tele es mía -pronombre posesivo personal: exactamente mía-, pues no le queda otra... bueno sí, protesta que no veas, y asevera que es la única persona de España que no ve por ej. Física o Quimica, cosa a la que le suelo responder con sorna que enhorabuena, que, qué original.

    Desde luego hay programas en la tele mucho más que vomitivos, y todos somos culpables de ello, no sólo las cadenas que los emiten o los guionistas que los crean, también la gente que se los traga y los que no los ven pero se callan, y los directivos de la televisión que dan basura a sabiendas de que es basura y los políticos que permiten que se degrade tanto la tele sabiendo que es un medio de masas... lo que lleva a concluir que no le importan tanto las masas, nada más que en los períodos electorales y, por pura lógica conveniencia.

    La tele degrada, sí, degrada y atenta con total impunidad contra las formas, modelos y trabajo de docentes, educadores y padres. La tele es lesiva, no diría que letal pero sí lesiva, -especialmente para esa franja de jóvenes totalmente vulnerables, esa franja de jóvenes como por ejemplo mi hija, con 15 años. Estoy totalmente de acuerdo con Marina, totalmente, y no me parece que sea algo valadí el tema, tiene enjundia pá rato... para ratazo !qué caramba!

    Ya termino: reitero mis enhorabuenas a ambos dos -a Marina por el post, y a Antonio por el blog y el acierto con transcribirlo-, y, también a ambos dos os mando un besote de esos muy gordos, pero que muy gordos.

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  5. Tampoco yo veo ese tipo de programas pero veo otros que sí me parecen interesantes, bien sean divulgativos, de debate, alguna peli rescatable (pocas), las noticias y los documentales. No puedo decir que sea la televisión de mis sueños pero, aunque me parezca lamentable la afición a la inmundicia, respeto a las personas que disfrutan con la carroña igual que respeto a los buitres que se la comen. Nadie nos obliga a verlos y siempre hay un libro que leer si nada nos apetece.
    Marina es que es única.
    Besazos y me alegro un montón de tu visita y comentario.

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  6. Al amparo de la libertad se perpetran todo tipo de barbaridades.
    Ese tipo de programas es basura mental que emponzoña las conciencias.

    Saludos.

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  7. Primero agradecer tu visita a mi blog. Después decir que me gustó la entrada y por último me voy a ver tus otros blogs.

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